El cronista moderno –dice Julio Villanueva Chang– enciende la luz, permite a la gente entender su entorno. El nuevo paradigma requiere de la crónica un esfuerzo mayor: interpretar la realidad. ¿Cómo hacerlo, cuando la información corre a 140 caracteres? ¿Qué opciones nos presentan los proyectos colectivos? Comentarios sobre el libro Tú y yo coincidimos en esta noche terrible de Nuestra Aparente Rendición.
Por Gonzalo Ortuño
“Twitter no es un buen medio para la crónica porque no hay la posibilidad de desdoblamiento para el escritor, su esencia es la conversación, la interacción entre ellos” dijo el periodista e historiador Froylán Enciso.
Una pregunta básica para Enciso, que debería orientar a los periodistas es ¿de dónde viene la crónica? Como un ejercicio de reflexión citó el trabajo de la periodista Susana Rotker en el libro La invención de la crónica, no sólo para entender su evolución como género sino como una herramienta necesaria para relatar los acontecimientos que transformaron al continente americano. Desempolvar nuestro origen.
“Debemos revalorar de dónde venimos, desempolvar nuestra estirpe. En los encuentros de cronistas es penoso que mencionen el `nuevo periodismo estadounidense´ cuando la crónica ya tenía aquí por lo menos 500 años” dijo el también egresado del Colegio de México. Comparó el ejercicio de rebuscar la estirpe periodística, como lo primeros cronistas de indias que descubrieron el nuevo mundo y se lo mostraron a quienes vivían en otro. “El cronista es ese ser, de esta estirpe, que trafica las palabras, entre nuevos temas”.
Para la periodista Elia Baltazar a pesar de que es un momento complicado para el periodismo en diferentes aspectos, se debe regresar a las reglas y principios básicos del periodismo porque aunque hay un horizonte de oportunidades “el problema es que no nos enseñaron a ser independientes”.
Mencionó como ejemplo la velocidad con que emergen sitios y medios en España a diferencia de México, donde asegura Baltazar “nos cuesta travestirnos del papel al internet. Es necesario un periodismo no tutelado, mayor de edad, más independiente, menos complaciente con el poder”. Lee el resto de esta entrada »